Al celebrarse en nuestra ciudad por primera vez esta Gala, pensé que se realizaría el reconocimiento que merece el Dombenitense Carlos Javier Rodriguez, (Anterior titular de la Consejería de los Jóvenes y el Deporte) que en el año 2011, le fue concedida la Medalla de Oro de la Real Orden al Merito Deportivo concedida por el Consejo Superior de Deportes.
La Constitución Española, en su articulo 43.3, consagra como principio rector en la actuación de los poderes, el fomento de la educación física y el deporte y facilitar la adecuada utilización del ocio. De conformidad con este mandato la resolución del Consejo en favor de Carlos Rodriguez, señala que la condecoración responde a "los méritos, circunstancias, gestión y contribución al deporte". Realmente lo que pretendía reconocer, es su brillante trayectoria profesional, que ha servido de forma decisiva a la proyección nacional e internacional del deporte español.
Este reconocimiento y estimulo pretende distinguir a quienes de forma eminente en la practica deportiva, en la enseñanza de la educación física o en la dirección, organización, promoción y desarrollo de la educación física y del deporte, como factores imprescindibles en la formación y desarrollo integral de la persona, y por ello se constituyó la Real Orden del Mérito Deportivo.
Ni una sola palabra, fue increíble, como puede ser que ni el Alcalde de Don Benito, ni el Director General de Deportes, ni el Presidente del Gobierno de Extremadura, realizaran la mínima mención a un dombenitense que en ese mismo año consigue tan alto galardón.
No quiero pensar, cuales fueron las razones, si fue un olvido imperdonable, ó alguna otra causa.
Sirva este humilde blog para el reconocimiento que merece este gran dombenitense, amante del deporte y amigo, Carlos Rodriguez.
Una pena que este Ayuntamiento de Don Benito y el Gobierno regional no sepan diferenciar política de méritos deportivos, culturales, etc...
ResponderEliminarEs increíble la poca educación que tiene el alcalde de Don Benito y el presidente Monago ,están tan encabronados que no son capaces de reconocer ningún mérito solo por no ser de su misma ideología política.
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